Nunca es el indio, siempre es la flecha.
¿Qué se juega en una traición? ¿dónde duele?
Acá:
Podcast (noesnada): Reproducir en una nueva ventana
Nunca es el indio, siempre es la flecha.
¿Qué se juega en una traición? ¿dónde duele?
Acá:
Podcast (noesnada): Reproducir en una nueva ventana
Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.
Cookie | Duración | Descripción |
---|---|---|
cookielawinfo-checkbox-analytics | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Analytics". |
cookielawinfo-checkbox-functional | 11 months | The cookie is set by GDPR cookie consent to record the user consent for the cookies in the category "Functional". |
cookielawinfo-checkbox-necessary | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookies is used to store the user consent for the cookies in the category "Necessary". |
cookielawinfo-checkbox-others | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Other. |
cookielawinfo-checkbox-performance | 11 months | This cookie is set by GDPR Cookie Consent plugin. The cookie is used to store the user consent for the cookies in the category "Performance". |
viewed_cookie_policy | 11 months | The cookie is set by the GDPR Cookie Consent plugin and is used to store whether or not user has consented to the use of cookies. It does not store any personal data. |
372. A gacho
El juego de los escenarios posibles se multiplicó. O sea, antes era una cosa que hacíamos aquellos a los que nuestros amigos nos dicen “vos pensás demasiado”. Tengo un amigo al que quiero mucho, que cada X tiempo me dice “vos pensás demasiado”. Yo nunca termino de entender si es un halago o, lo que es más probable, es una crítica. Yo también siento que pienso demasiado porque pensar mucho no significa ser inteligente, no tiene nada que ver una cosa con otra. Pese a que el maestro de Dolina[1] dijo “no piensen si no están acostumbrados”, “no se pongan a pensar si no están acostumbrados”[2].
Pero acá usamos “pensar” como sinónimo de rumear, de dar vueltas y vueltas y vueltas y vueltas y vueltas. De dejar un trabajo y ver si aumentaron o no. De vender una cripto y ver si sube o si baja. Ese tipo de pensamiento que no te lleva a ningún lado. Con la pandemia ese juego de espejos se multiplicó por millones. Yo pienso en el trabajo que tenía en ese momento “y ahora con ese trabajo no sé qué…”, y pienso en si me agarrara ahora ese parón que me agarró en ese momento. Sonó muy gallego “el parón”, ¿no?. Lucho contra no cambiar la manera en la que hablo. Es una batalla que tarde o temprano voy a perder porque es inevitable que alguna palabra se te pegue. Lo que no es inevitable es ser el boludo que está hace 15 minutos caminando por la Gran Vía[3] y te dice “vale”, o te trata de tú.
Pero ese juego de “qué hubiera pasado si…”, a mí me atormenta desde que tengo uso de razón y de memoria. También me atormentan los sueños. La otra vez hasta lo hablé en un ámbito profesional. Dije “yo hay veces que me despierto y me quedo enojado por algo que soñé, todo el día”. Me afectan mucho los sueños, sueño mucho y muy vívido y todas las noches. Y leyendo encontré que gente que tiene el síndrome de estrés postraumático[4] pasa tiempo largo sin dormir porque le temen a las pesadillas. Y yo pensaba: no debe haber peor escenario que saber que te vas a ir a dormir y vas a soñar una pesadilla y soñar esa pesadilla. No hay peor. No se lo deseo ni a mi peor enemigo. Saber que se hace de noche y que te vas a acostar y no querer dormirte para no soñar eso que sabés que vas a soñar. En esos escenarios es donde se juega lo que sucede tras una traición.
El tema de la semana, bueno, quizá del mes, del año, de la vida. Porque el problema de la traición, el problema del desengaño amoroso, no es ni la traición ni el desengaño. No es un problema de celos, no es un problema de amor. Para mí es un problema de ego. Lo que te muestra es qué tonto o tonta fuiste de no darte cuenta y ahí es donde te duele. Es peor eso que el sentirse traicionado. “Uy, ahora quiere a otro”. Para mí, “pa’ mí, pa’ mí, pa’ mí, pibe”, diría el doctor[5]. Es ese desafío perdido de cómo me engañaron, cómo no me di cuenta y ni siquiera es cómo me engañaron. El “cómo me engañaron” te la doy esa carta. Es cómo esa persona se animó a jugar esta carta en mi juego. Ese es el momento del puñalazo. Ahí es donde está la herida. En el acto que transforma una idea en una realidad. En la vez esa que cerró la puerta y salió para ya no volver a ese lugar del que vos creías que nunca se iba a ir. Ese es el ego herido para mí. Que quieran a otro te pasa muchas veces. Muchas veces: no va a ser ni la primera ni la última. Pero el problema es el otro. ¿Cuándo fue el día, el momento, la hora, el minuto en que decidió transformar esa fantasía que todo el mundo tiene todo el tiempo, en una realidad? Cuando pesó más toda esa idea que la idea del costo que podía tener eso. Por eso para mí es que duele tanto. Y si lo pensás, eso mismo se replica en todas las relaciones humanas rotas. En hermanos que se cagan unos a otros. En mejores amigos que se dejan de hablar. Es ese el momento en que, “che, pero ¿por qué hizo esto, si sabía la consecuencia que traía?”. Y ahí entramos en otro mundo. Los españoles dirían, abrimos otro melón. En ese mundo de, “quizá la otra persona no solo se cagó en las consecuencias”. Por ahí ni siquiera pensó que existían las consecuencias. Y ese sería otro problema, donde te pega el ego. Vos te hacés toda una escuela de pensamiento soviético, estructuralista, de “y entonces pensó que si éste dice y entonces cuando yo haga va a decir…”. Después la otra persona ni pensó en vos. Peor traición que esa no hay. No hay. Entonces, ¿de qué te salva decir que lo superaste? De nada. ¿De qué te salva que el neurótico no llore y que el neurótico facture? De nada. Porque vas a llorar. No es una cosa u otra. Facturar no tapa la gotera de llorar. Tapa otra gotera. Pero la puñalada te la comiste. Le podés dar todas las vueltas que quieras. La puñalada te la comiste. Porque si no te la comiste, no hay hecho. No pasó. Y si no pasó, ni te enterás. Pero te enteraste. Y te enteraste porque pasó. Y ahí empieza de nuevo esa máquina: “pero si yo hubiera dicho…”, “si ese día me hubieras quedado…”, “y mirá si yo llamaba…”, “y si venía el de la panadería…”. Bueno, pero no fue.
Hoy cuando pensaba esto, decía, “por ahí no es todo el mundo así”. Por ahí es que yo soy un egocéntrico de mierda, y solo consigo el mundo a través de mi ego. Puede ser. Es más, me encantaría que así sea. Me encantaría saber que no todo el mundo se enrosca con sentirse el centro de la conjura de los males del universo. Yo intento luchar contra eso. Intento pensar que las cosas suceden porque suceden, no por mí. Y una buena prueba de eso es cuando vos te enfermás y no vas a trabajar. Y volvés tres días después. Y ves que todo siguió andando. Hay una cosa que no hicieron porque no saben la clave. Pero el mundo sigue. Ni hablar si tenés algún tipo de afección, no digamos una enfermedad heavy, pero te quebras una pierna: un mes. No ves a tus amigos: un mes. No vas a trabajar: un mes. Y volvés un mes después. Y dicen “ah, volviste”. Y hay un mes que se esfumó de tu vida. Bueno, los que vivimos lejos de donde nacimos, eso nos pasa todos los días en nuestra vida. Ves como tus amigos cada vez… no te diría “te necesitan menos”. Pero te necesitan menos.
Ya ni me acuerdo cómo se hacía esto, pero creo que esta es la parte en la que yo decía que nos volvemos a encontrar cuando diga… ah, no, acá es donde daba la prueba de vida. Y la prueba de vida era que Brahian Aleman es el nuevo 10 de Banfield[6]. Ahora sí nos volvemos a encontrar cuando yo diga No Es Nada.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Alejandro_Dolina
[2] https://youtu.be/JXJnjDLbvsQ?t=298
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Gran_V%C3%ADa
[4] https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_por_estr%C3%A9s_postraum%C3%A1tico
[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Bilardo
[6] https://www.ole.com.ar/banfield/brahian-aleman-presentacion-nuevo-jugador-banfield_0_HuVr9BuzE1.html