Intento ir a Zamora a encontrarme con la magia ya que allí comienza su gira europea Soy Rada (de hecho aún quedan algunas entradas en su web rada.soy) pero el día se complica y empiezan a pasar cosas…
Podcast (noesnada): Reproducir en una nueva ventana
366. Z amor a la magia
No, cuando ya llegue octubre ya ahí… ahí sí voy a estar tranquilo. Lo vengo diciendo desde enero más o menos. Este mes, cuando termine este mes, ahí sí voy a estar tranquilo, ahí sí voy a poder hacer todo esto que tengo pendiente. El libro ese, el otro curso, las películas que tengo guardadas para cuando tengo tiempo ver… Claro, pero no llega nunca porque entre otras de mis cosas a corregir, está la de no saber administrar la cola de proyectos, la cola de pendientes. Es un buen título para un podcast: “No sé administrar la cola”, jeje… (se puede) para Carlos Paz[1]. Entonces, claro, Rada[2] me había avisado: “mirá que voy de gira, voy a estar en Europa, boludo, te quiero ver, veámosnos, no colguemos”. “No, no colguemos, no colguemos” y fuimos cruzando… y cada vez, una vez por mes era, “acordate que voy de gira”, “acordate que voy a Europa”, “sí, por supuesto”. Llegó el día y claro, mi septiembre es un infierno no, lo siguiente. Y entonces caí en la cuenta de que como durante la semana que él va a estar relativamente cerca mío yo voy a estar prendido fuego, era una buena idea aprovechar que él actuaba viernes, sábado y domingo en Zamora[3]. Debo decir actúa, porque estoy grabando esto un sábado. Zamora son 250 km de donde yo suelo andar. Es un lugar que conozco, vine alguna vez a hacer un festival de música. Es un lugar que se come bestial. Y cerca está Toro[4], que es una región de vino con denominación de origen[5], lo cual se puede decir de toda España prácticamente. España, el lugar que vas, lugar que hace vino y lugar que el vino tiene denominación de origen. ¿Qué significa denominación de origen[6]? Bueno, que para que el vino lleve ese sello tiene que tener ciertas características: tiene que ser de tal uva, se tiene que hacer a tantos metros, se tiene que tener tanto añejando en barrica, etcétera, etcétera, etcétera.
Me pareció un planazo, primero le recomendé a él, le dije, “che boludo, van a estar cerca de Toro, vayan a la bodega”. Y después dije “pará: si estoy esperando ver a un tipo que admiro hace un año y cuando venga donde yo estoy voy a estar ocupado y no le voy a poder dar bola, y por ahí me conviene irme hasta allá”. Un fin de semana solo en Zamora con un mago que admiro, que quiero, que es mi amigo, hablando de magia, plan perfecto. Termino mis obligaciones el día viernes, y se me ocurre decir “che, ¿dónde dejé yo mi coche?”. Yo digo mi auto, pero en España dicen mi coche. Tengo una técnica que voy a compartir ahora que es mandarme un WhatsApp a mí mismo con la ubicación. Pero no estaba convencido. Tenía en mi cabeza dando vueltas “¿y si la última vez que hice eso no lo mandé?”. Porque a veces cuando estaciono dos o tres veces en el mismo lado ya no lo mando. Paréntesis, no puedo estacionar donde duermo ni donde trabajo, por tema de zonificación, etcétera, etcétera, etcétera. Por eso es que tengo que hacer todo ese quilombo siempre.
Viernes voy con mi valijita. Llego a donde está el coche, el coche no está. Claro, lo había estacionado hacía veinte días. Veinte días sin moverlo. Y no está, y no está, y no está. Y yo lo dejé acá, lo dejé en otro lado. Vuelvo a mirar: nada. Digo “una de dos: o me lo llevó la grúa o me lo afanaron”. Llamo al seguro, el seguro me dice “nosotros no tenemos información, llame a la policía”, llamo a la policía. La policía me dice “tiene que chequear en la web”. Le digo “sí, sí, pero yo le doy la patente y usted me dice si lo levantó la grúa o no”. “Está en internet eso”. “Sí, sí”, le digo, “pero no tengo la computadora acá”. “Hágalo con el celular”. “Bueno, muy bien, gracias por la atención” y lo corté. Después de treinta llamados a distintos lugares dí con uno que era la empresa de acarreo que me dijo “sí señor, tenemos su coche: está en tal lado”, me da una dirección. A todo esto, como efectivamente el auto estaba más lejos de lo que yo creía originalmente, ya me había agarrado un auto de estos de alquiler. Vuelvo a agarrar ese auto de alquiler, yo haciendo las cuentas de que todo eso ya me iba a salir más caro que el viaje y pongo la dirección del depósito de autos. Llego al depósito de autos y cuando llego me doy cuenta que quedaba fuera de la zona en la que podés devolver ese auto que se alquila sin conductor (con una aplicación). Entonces, la situación era: está mi auto, lo estoy viendo, pero no puedo dejar este, porque no lo puedo estacionar acá en el medio de la nada. Cuestión que tuve que volver a irme, dejar el auto en el límite de la zona, tomar un Cabify y recién ahí llego. Cuando llego me explican: “no, lo que sucedió es que asfaltaron la calle donde estaba estacionado su auto, y entonces se lo llevó la grúa”. Y por lo tanto no tiene costo. Dije “bueno”, respiré, no tiene costo. A todo esto ya se había hecho tardísimo, llegaba tarde. Manejé tres horas y pico con un dolor de piernas porque me desgarré en un karaoke. Debo ser la única persona del universo que se desgarra con un karaoke, pero después de toda esa odisea de ir a buscar, de cinco medios de transporte, de llegar, estoy en Zamora. Estoy en Zamora, donde hay un festival de magia, donde va a actuar mi amigo Rada, y la verdad es que estoy muy contento: de cierta manera, un día que arranca a tras mano, un día que se transforma en, no, olvidate, salgo, termino de hacer las cosas que tengo que hacer, me subo al auto y en tres horas estoy. Es un sinfín de traspiés, es un sin fin de locura, pero ese es quizás el modo de viajar en el tiempo, porque es un viaje que no dura tres horas de la Comunidad de Madrid a Zamora. Es un viaje que me lleva a mi adolescencia, que me lleva al congreso de magia, que me lleva a estar rodeado de cartas, que me lleva a estar en una mesa con gente que hace seña de cosas que no existen. Y que cree en cosas que existirán. Es así como llego hoy a Zamora y es así donde voy a entrar al comienzo de la gira europea de un tipo que quiero y admiro. Esta ciudad seguramente debe tener a uno solo que hizo todo eso para venir a ver magia. Y eso lo voy a ver. Perdón… ¿El teatro principal?
Rada: “Bienvenido Fierita viniste papá, vení que estamos tomando una birra…”.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Villa_Carlos_Paz
[2] https://www.rada.soy/
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Zamora
[4] https://es.wikipedia.org/wiki/Toro_(Espa%C3%B1a)
[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Toro_(vino)
[6] https://es.wikipedia.org/wiki/Denominaci%C3%B3n_de_origen_protegida