360. Tri - Fierita.com

360. Tri

Hago tres capítulos el mismo día y es una de esas cosas que yo digo “wow, ¡qué buena onda!, descubrí la rueda, ¡qué innovador!” y después (3 meses después) te escribe uno: “escucho uno cada miércoles que llueve, así que todavía tengo tres más”. A mí me gusta eso, me gusta que no me hayan hecho caso en que era diario y que cuando el podcast era diario había gente que lo escuchaba una vez por semana 5 juntos, me gusta los que te dicen “lo escucho en orden, únicamente en orden: no me permito escucharlo de atrás para adelante, no me permito escuchar el nuevo; ya sé que me quedan tantos” porque son unos que desafían el modo en que fue hecho, que era “escuchalo: hoy el de hoy”. Todos los que lo escuchan de manera distinto a eso: me encanta.
Estoy agradecidísimo y sorprendidísimo de que Walter Alini, que escucha esto, se puso a desgrabar los capítulos. Hace un año yo dije “voy a hacer el libro de ‘No Es Nada'”, donde la idea de ese libro es la desgrabación de los capítulos, con material agregado. Por supuesto, no desgrabé más que 20, que ni siquiera los desgrabé yo (los mandé a desgrabar), y Walter lo está haciendo de una manera increíble, por las suyas; entonces ahora también me da vergüenza, digo “yo quiero sacar ese libro”, ese libro va a tener cosas que dije yo. O sea, no estaría mal que lo haga, pero digo “no fui capaz ni siquiera de desgrabarlo”, lo está desgrabando Walter. No sé si da, y ustedes saben que si algo es un principio que rige mi vida es el copyright, por supuesto: siempre en contra de todo lo que sea no piratear.
Bueno, y entonces (dije “no podés hablar tres veces en el día” pero lo estoy haciendo) me ofrecieron una acción publicitaria sospechosa. A ver, ¿por qué sospechosa? Porque básicamente es una persona que no sabe ni quién soy. Es una persona que vio mis números en redes y dice “tenemos que hacer algo con alguien potente. Chao: este”. Es más, quienes escuchan este podcast de hace tiempo, viene ese contacto por una persona a la que yo salvé de ir a Rosario a buscar guita cash. Esa persona al final me hizo caso, por suerte, pero a la vez encontró una vuelta, y entonces está vendiendo posts en otro idioma a unos precios exorbitantes (que ahora me vendría espectacular). Pero, claro, a esta persona le da igual ese mundo, porque es un mundo que le pasa completamente por enfrente. A mí no, y entonces yo dije “mirá, yo no voy a promocionar algo en lo que no creo. No voy a decirle a nadie que compre algo que yo no compraría. Lo que yo sí puedo hacer, es entrevistar a alguien que cuente su proyecto y que sea esa persona que convenza o no a quienes escuchen, pero yo no voy a decir nada que no piense”. Tampoco, porque a ver… quiero ser muy claro y transparente con ustedes, tampoco voy a decir “che estoy es una cagada”: cada uno hará su propia investigación (do your own research). De hecho, si yo creyera que es una cagada 100%, no lo haría. Pero sí es un tema que, si lo llego a abarcar, voy a ser 100% claro al respecto, es decir: yo no estoy en ese tema, yo no lo hago, yo no lo hice y quizás si vos me convencés hoy, lo haga. Y eso se amplificará.
¿Está bien o está mal, moralmente? No estoy convencido: no es falsa modestia, no es falso maniqueísmo para que ustedes me digan “no, sos un capo, hacelo”, de verdad lo pregunto si está bien o está mal. O sea: yo sí tengo claro que no promocionaría algo que es una estafa. Ahora: algo que no sé qué es, ¿lo puedo promocionar o no? Siendo así de transparente. Por ahí no, pero yo lo que sí siento y lo que sí dije es: yo voy hacer todas las preguntas que considere oportunas. Esa es la condición: no me podés decir “no, de esto no se puede preguntar”. Bueno, después de toda esa conversación, por supuesto, el chabón no contestó más. Pero bueno, no sé, me quedé contento, de cierta manera me quedé contento.
Claro, instantáneo, pienso: es una cosa que se charla mucho, incluso puertas adentro, si los influencers al hacer publicidad tenemos poner “#ad” o no. Entonces yo siempre digo “Bueno…”, “no, hay que ponerlo, porque la transparencia, la honestidad…”: ¿y los de la tele por qué no lo hacen? Si justamente la publicidad no tradicional es que el auspiciante te paga y te dice “yo no quiero que esto vaya a la tanda: yo quiero que vos lo digas entremedio de la formación del equipo y quién va a jugar al banco, y ahí lo digas porque sino la gente cambia. Entonces la manera que encontré que no cambien es que vos metas mi publicidad entremedio de la alineación de un equipo y del otro”. Por eso se llamaba “publicidad no tradicional”, que hoy es más tradicional que la publicidad. Eso es lo que el auspiciante quiere y eso es lo que el auspiciante paga.
En podcast, ni hablar: todos los anuncios de los podcasts los hacen los presentadores de los podcasts, porque eso es lo que los auspiciantes quieren: que el tipo que vos escuchás, o la chica que vos escuchás, en el podcast diga “ah, antes de empezar: este podcast se puede hacer gracias a Sarasa”. Y un poco lo que subyace que nunca se habla, es que la credibilidad del que lo dice, de cierto modo, por ósmosis, se transmite al producto. Yo durante muchos años tuve ofrecimientos de Microsoft para hacer publicidad y yo decía que no. Y de hecho al día de hoy digo que no pero, bueno, porque Windows es un producto en el que yo no creo y entonces perdí mucho dinero por decir que no a eso pero siento que está bien, porque ahí sí estaría recomendando algo en lo que no creo. Siempre mi línea con eso era “no promociono nada que no consuma o no consumiría”: ahí está la línea fina (“o que no consumiría”): sale un vino nuevo, y si nunca lo consumí ¿cómo lo voy a aconsejar? Bueno, porque si sale un vino nuevo y es de una región de vino bueno, con una uva buena, a un precio normal ¿lo consumiría? Sí, ¿por qué no? Cigarrillos: no, no fumo, ni voy a fumar, ni fumaría: entonces eso no lo promociono. También perdí fortunas con eso. En la época en que todavía en la tele se podía anunciar cigarrillos perdí fortunas. Es más, yo he trabajado en programas que mis notas las auspiciaban marcas de cigarrillos: yo no veía un mango ni podía opinar tampoco. Ese es como el peor escenario de todos: te encajan el auspiciante que vos odiás y vos no ves un mango. Peor escenario que ese no hay, pero bueno, cuando empezás es así.
También siento que a menos empatía con el producto, a menos cercanía con el producto, más caro hay que cobrar. Porque el riesgo es más grande. Porque, de verdad, uno es responsable por el producto con el que pone la cara y por lo que dice de ese producto. Si yo mañana hago una publicidad de unas hamburguesas, ¿las haría? Y sí, porque yo comería y como de vez en cuando una hamburguesa. ¿Es la comida que más me gusta en el universo? ¿Si estoy en duda entre ir a Nobu[1] o ir a comer una hamburguesa? No estoy en duda (ni voy a estarlo nunca). ¿Si estoy en duda entre ir a comer a Tegui[2] o a un negocio de hamburguesas rápidas? No voy a estar nunca en esa duda. ¿Si estoy en duda entre comer un plato que me cocine Narda Lepes[3] o una cosa para calentar en el microondas? No voy a estar nunca en esa duda. Pero, ¿alguna vez comí una cosa calentada en el microondas? Sí, por supuesto: probablemente mucho más seguido que los platos que me pueda cocinar Narda Lepes. Entonces, bueno, ahí lo que diré no es “estos fideos recalentados son lo mejor del universo”, diré “si estás apurado y no querés gastar plata, calentás estos fideos y te salvan un mediodía”, eso lo puedo decir sin ninguna culpa. Siento que me enrosco mucho, pero siento que a medida que estoy más grande, cada vez hay menos cosas que yo quisiera publicitar. Y, en efecto, cada vez hay menos cosas que publicito. Y en efecto, así me va.
Ni hablemos ya de LUNA que bajó 50% de ayer a hoy[4] (eso lo dejamos para otro momento). Por eso cuando no querés hacer publicidad, cuando todo te parece que está mal, cuando querés ser el más paria del mundo, la que te queda es el crowdfunding, pero a mí tampoco me gusta pedirle guita a mis oyentes. ¿Entonces? Y entonces tendrías que haber sido millonario, boludo, esa era la solución. Pero como no lo sos, hacés un podcast donde protestás por no serlo que se llama “No Es Nada”.

[1] https://www.noburestaurants.com/
[2] http://www.tegui.com.ar/
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Narda_Lepes
[4] https://es.beincrypto.com/fundador-cardano-charles-hoskinson-burla-terra-luna-caida-precio/

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Comentarios

Walter Alini dice:
12 mayo, 2022 a las 20:53
360. Tri
Hago tres capítulos el mismo día y es una de esas cosas que yo digo “wow, ¡qué buena onda!, descubrí la rueda, ¡qué innovador!” y después (3 meses después) te escribe uno: “escucho uno cada miércoles que llueve, así que todavía tengo tres más”. A mí me gusta eso, me gusta que no me hayan hecho caso en que era diario y que cuando el podcast era diario había gente que lo escuchaba una vez por semana 5 juntos, me gusta los que te dicen “lo escucho en orden, únicamente en orden: no me permito escucharlo de atrás para adelante, no me permito escuchar el nuevo; ya sé que me quedan tantos” porque son unos que desafían el modo en que fue hecho, que era “escuchalo: hoy el de hoy”. Todos los que lo escuchan de manera distinto a eso: me encanta.
Estoy agradecidísimo y sorprendidísimo de que Walter Alini, que escucha esto, se puso a desgrabar los capítulos. Hace un año yo dije “voy a hacer el libro de ‘No Es Nada'”, donde la idea de ese libro es la desgrabación de los capítulos, con material agregado. Por supuesto, no desgrabé más que 20, que ni siquiera los desgrabé yo (los mandé a desgrabar), y Walter lo está haciendo de una manera increíble, por las suyas; entonces ahora también me da vergüenza, digo “yo quiero sacar ese libro”, ese libro va a tener cosas que dije yo. O sea, no estaría mal que lo haga, pero digo “no fui capaz ni siquiera de desgrabarlo”, lo está desgrabando Walter. No sé si da, y ustedes saben que si algo es un principio que rige mi vida es el copyright, por supuesto: siempre en contra de todo lo que sea no piratear.
Bueno, y entonces (dije “no podés hablar tres veces en el día” pero lo estoy haciendo) me ofrecieron una acción publicitaria sospechosa. A ver, ¿por qué sospechosa? Porque básicamente es una persona que no sabe ni quién soy. Es una persona que vio mis números en redes y dice “tenemos que hacer algo con alguien potente. Chao: este”. Es más, quienes escuchan este podcast de hace tiempo, viene ese contacto por una persona a la que yo salvé de ir a Rosario a buscar guita cash. Esa persona al final me hizo caso, por suerte, pero a la vez encontró una vuelta, y entonces está vendiendo posts en otro idioma a unos precios exorbitantes (que ahora me vendría espectacular). Pero, claro, a esta persona le da igual ese mundo, porque es un mundo que le pasa completamente por enfrente. A mí no, y entonces yo dije “mirá, yo no voy a promocionar algo en lo que no creo. No voy a decirle a nadie que compre algo que yo no compraría. Lo que yo sí puedo hacer, es entrevistar a alguien que cuente su proyecto y que sea esa persona que convenza o no a quienes escuchen, pero yo no voy a decir nada que no piense”. Tampoco, porque a ver… quiero ser muy claro y transparente con ustedes, tampoco voy a decir “che estoy es una cagada”: cada uno hará su propia investigación (do your own research). De hecho, si yo creyera que es una cagada 100%, no lo haría. Pero sí es un tema que, si lo llego a abarcar, voy a ser 100% claro al respecto, es decir: yo no estoy en ese tema, yo no lo hago, yo no lo hice y quizás si vos me convencés hoy, lo haga. Y eso se amplificará.
¿Está bien o está mal, moralmente? No estoy convencido: no es falsa modestia, no es falso maniqueísmo para que ustedes me digan “no, sos un capo, hacelo”, de verdad lo pregunto si está bien o está mal. O sea: yo sí tengo claro que no promocionaría algo que es una estafa. Ahora: algo que no sé qué es, ¿lo puedo promocionar o no? Siendo así de transparente. Por ahí no, pero yo lo que sí siento y lo que sí dije es: yo voy hacer todas las preguntas que considere oportunas. Esa es la condición: no me podés decir “no, de esto no se puede preguntar”. Bueno, después de toda esa conversación, por supuesto, el chabón no contestó más. Pero bueno, no sé, me quedé contento, de cierta manera me quedé contento.
Claro, instantáneo, pienso: es una cosa que se charla mucho, incluso puertas adentro, si los influencers al hacer publicidad tenemos poner “#ad” o no. Entonces yo siempre digo “Bueno…”, “no, hay que ponerlo, porque la transparencia, la honestidad…”: ¿y los de la tele por qué no lo hacen? Si justamente la publicidad no tradicional es que el auspiciante te paga y te dice “yo no quiero que esto vaya a la tanda: yo quiero que vos lo digas entremedio de la formación del equipo y quién va a jugar al banco, y ahí lo digas porque sino la gente cambia. Entonces la manera que encontré que no cambien es que vos metas mi publicidad entremedio de la alineación de un equipo y del otro”. Por eso se llamaba “publicidad no tradicional”, que hoy es más tradicional que la publicidad. Eso es lo que el auspiciante quiere y eso es lo que el auspiciante paga.
En podcast, ni hablar: todos los anuncios de los podcasts los hacen los presentadores de los podcasts, porque eso es lo que los auspiciantes quieren: que el tipo que vos escuchás, o la chica que vos escuchás, en el podcast diga “ah, antes de empezar: este podcast se puede hacer gracias a Sarasa”. Y un poco lo que subyace que nunca se habla, es que la credibilidad del que lo dice, de cierto modo, por ósmosis, se transmite al producto. Yo durante muchos años tuve ofrecimientos de Microsoft para hacer publicidad y yo decía que no. Y de hecho al día de hoy digo que no pero, bueno, porque Windows es un producto en el que yo no creo y entonces perdí mucho dinero por decir que no a eso pero siento que está bien, porque ahí sí estaría recomendando algo en lo que no creo. Siempre mi línea con eso era “no promociono nada que no consuma o no consumiría”: ahí está la línea fina (“o que no consumiría”): sale un vino nuevo, y si nunca lo consumí ¿cómo lo voy a aconsejar? Bueno, porque si sale un vino nuevo y es de una región de vino bueno, con una uva buena, a un precio normal ¿lo consumiría? Sí, ¿por qué no? Cigarrillos: no, no fumo, ni voy a fumar, ni fumaría: entonces eso no lo promociono. También perdí fortunas con eso. En la época en que todavía en la tele se podía anunciar cigarrillos perdí fortunas. Es más, yo he trabajado en programas que mis notas las auspiciaban marcas de cigarrillos: yo no veía un mango ni podía opinar tampoco. Ese es como el peor escenario de todos: te encajan el auspiciante que vos odiás y vos no ves un mango. Peor escenario que ese no hay, pero bueno, cuando empezás es así.
También siento que a menos empatía con el producto, a menos cercanía con el producto, más caro hay que cobrar. Porque el riesgo es más grande. Porque, de verdad, uno es responsable por el producto con el que pone la cara y por lo que dice de ese producto. Si yo mañana hago una publicidad de unas hamburguesas, ¿las haría? Y sí, porque yo comería y como de vez en cuando una hamburguesa. ¿Es la comida que más me gusta en el universo? ¿Si estoy en duda entre ir a Nobu[1] o ir a comer una hamburguesa? No estoy en duda (ni voy a estarlo nunca). ¿Si estoy en duda entre ir a comer a Tegui[2] o a un negocio de hamburguesas rápidas? No voy a estar nunca en esa duda. ¿Si estoy en duda entre comer un plato que me cocine Narda Lepes[3] o una cosa para calentar en el microondas? No voy a estar nunca en esa duda. Pero, ¿alguna vez comí una cosa calentada en el microondas? Sí, por supuesto: probablemente mucho más seguido que los platos que me pueda cocinar Narda Lepes. Entonces, bueno, ahí lo que diré no es “estos fideos recalentados son lo mejor del universo”, diré “si estás apurado y no querés gastar plata, calentás estos fideos y te salvan un mediodía”, eso lo puedo decir sin ninguna culpa. Siento que me enrosco mucho, pero siento que a medida que estoy más grande, cada vez hay menos cosas que yo quisiera publicitar. Y, en efecto, cada vez hay menos cosas que publicito. Y en efecto, así me va.
Ni hablemos ya de LUNA que bajó 50% de ayer a hoy[4] (eso lo dejamos para otro momento). Por eso cuando no querés hacer publicidad, cuando todo te parece que está mal, cuando querés ser el más paria del mundo, la que te queda es el crowdfunding, pero a mí tampoco me gusta pedirle guita a mis oyentes. ¿Entonces? Y entonces tendrías que haber sido millonario, boludo, esa era la solución. Pero como no lo sos, hacés un podcast donde protestás por no serlo que se llama “No Es Nada”.
[1] https://www.noburestaurants.com/
[2] http://www.tegui.com.ar/
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Narda_Lepes
[4] https://es.beincrypto.com/fundador-cardano-charles-hoskinson-burla-terra-luna-caida-precio/
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