357. No falta tanto - Fierita.com

357. No Falta Tanto

Es complicado como tema para plantear de cero, en frío. Pero a la vez me resulta tan interesante que no puedo pasarlo por alto. En cuanto leí de esto dije “yo tengo que hablar de esto en ‘No Es Nada'”. No puedo no hacerlo. Pero, claro, cuál es el punto: que necesito que me presten mucha atención porque es un tema bastante abstracto (no digo difícil, pero bastante abstracto), pero que a la vez tiene unos ribetes muy interesantes. Que no te aparte ni te asuste la temática. Confiá en mí. Confiá en mí, porque de lo que vamos a hablar es de una historia humana. Tiene un ángulo tecnológico, que es el que menos me interesa de todos. Y la noticia es la siguiente.
Cuando hablamos de blockchain[1], cuando hablamos de crypto, no podemos usar una palabra sin la otra. ¿Qué es el blockchain? Es una pregunta que hay libros enteros que intentan explicarlo, pero yo te lo voy a explicar mal, de modo sencillo: es un libro de escribanía que tiene la particularidad de auto-replicarse en muchos lados a la vez. Esto es un libro que cuando vos escribís y ponés “Banfield: +11″[2] en el mismo momento en el que vos estás poniendo el “+11” en todos los libros del mundo se está escribiendo ese “+11”. Esos libros son servidores, son computadoras y esa escritura solo se lleva a cabo cuando unas computadoras verifican que otras también lo escribieron. ¿Qué significa eso? Que al ser descentralizado y al ser una cosa colectiva hay una seguridad en cuanto a la supuesta inviolabilidad, o la supuesta imposibilidad de que eso sea cambiado. Cualquiera que haya alguna vez usado un escribano humano, sabrá que el escribano está para dar fe de que ciertas cosas pasaron o dejaron de pasar y, por algún motivo que desconozco, el Estado dice “lo que diga el escribano es cierto”. Y si en efecto pasa que el escribano certifica una cosa y después es falsa, el escribano va preso, o sea entre medio tiene eso. ¿Qué quiero decir con esto? Absolutamente nada.
Entonces, habiendo explicado muy mal qué es el blockchain, entendamos que cada operación que se hace de crypto en el mundo, queda anotada en el blockchain. Hay distintas redes, hay distintas maneras de hacerlo, pero básicamente el chiste es ese. Esas direcciones en el blockchain son anónimas: no dice “Guillermo Catalano”, dice “tax12blablablanosequé” y esa es mi billetera que todos pueden ver de manera transparente, cuánto hay, cuánto no hay, solo la puedo operar yo, porque tengo yo unas claves (imaginate como si tu mail en vez de tener una palabra de clave tuviera 10 palabras de clave o 12 palabras de clave o 16 palabras de clave de acuerdo al seed phrase[3] de cada una), pero todos pueden ver que esa billetera que no se sabe de quién es, hoy tenía 10, mañana tiene 12, pasado tiene 5, el jueves tiene 1000. Ese dato es público. Ese libro del que estaba hablando antes, que se replica de manera automágica, es público, abierto. Por eso es que hay mucha gente que analiza el mercado de trading en base a ver los movimientos, porque los movimientos son públicos. Ya no importa quién, pero si vos ves que alguien vendió 10.000 bitcoins, 100.000 bitcoins o 1.000.000 de bitcoins, podés imaginarte el efecto que va a tener eso en el mercado. Porque no importa quién haya sido, lo que importa es bueno, esa sobreabundancia o esa escasez. Hasta ahí estamos más o menos parejos en el contexto… necesito que eso quede claro para que se entienda lo que voy a contar ahora.
De un tiempo a esta parte, hemos hablado ya aquí más de una vez, se puso de moda el crypto-arte a través del NFT[4]. ¿Qué es el NFT? Bueno, es un título de propiedad de un objeto digital. Yo tomo un objeto digital, llámese un dibujo, una foto, un audio. Eso tiene un sello único. Mediante software yo digo “esto en 0s y 1s es así” y yo voy y lo registro como si registrara una marca y saco un título de propiedad que es este NFT: un token no fungible. ¿Yo puedo copiar esa foto, ese dibujo? Sí, lo puedo copiar infinitas veces. Por eso el NFT no es el dibujo, el NFT es el título de la propiedad de ese dibujo. ¿Qué fin tiene el NFT? Pura y exclusivamente un fin mercantil: decir que yo soy dueño de eso. Después lo podré comprar, lo podré vender. Entre medio de eso hay cosas que tienen el sello de único: alguien compró el NFT del primer tweet[5] que hizo Jack[6], el fundador de Twitter. Lo compró en una tonelada de guita[7], lo quiso vender en millones y lo máximo que le ofrecieron fueron creo que 4.000 o 5.000 dólares[8].
Bueno, aclarado todo este marco teórico, hay distintos ecosistemas, algo así como si fuera imaginate como si fueran las distintas bandas de radio. Todo es radio, pero la AM es la AM y la FM es FM: una radio en FM no puede transmitir en AM y una radio en AM no puede transmitir en FM. Ponele que dentro del mundo crypto todo es crypto, pero hay distintas redes, entonces vos podés mover tus cosas en determinada red. Después existen unos puentes de una red a la otra, pero básicamente las distintas redes compiten entre sí, porque en definitiva se trata de juntar dinero en una misma red. Cuanto más poderosa sea esa misma red, más respaldo tiene la cryptomoneda de esa misma red, más liquidez hay, más vale.
Todo esto aclarado, cuando salen los NFTs, lo que pasó y lo que se estila en el mercado es que yo salgo y digo “miren señores: voy a hacer la colección de los NFTs de los jugadores de truco pícaros”. Entonces cuento: voy a hacer todos unos dibujos de unos jugadores de truco que tienen distintos atributos. Hay uno que tendrá un parche en el ojo, hay otro que tendrá en la mano una carta, en algunos casos esa carta será un 4 de copas, en otros casos esa carta será el as de espadas o el as de bastos y, por supuesto, cuanto más raros sean, más caros son. Básicamente es como las figuritas (o los cromos, para quienes están en España). Funciona un poco así: yo anuncio ese lanzamiento, abro una lista (que se llama la whitelist[9]) donde digo “quienes precompren mis NFTs los van a pagar 0.005 de bitcoin (en realidad se hace con otras monedas pero vamos a explicarlo para que se entienda más fácil con bitcoin); miren que después, una vez que esto salga a la venta, lo van a poder vender por 1 bitcoin cada uno”. Así es más / menos cómo funciona el mercado NFT, el mundo NFT. Se trata de crear expectativa, se trata de crear escasez, se trata de crear básicamente la idea de que “precomprá, porque esto #1 se va a agotar, #2 lo vas a poder vender por mucho más de lo que lo compraste”. Siempre cuando hablamos de crypto tenemos que acordarnos que vos no le vendés a la banca, vos le vendés a otro como vos que cree está haciendo un negocio redondo comprándote algo que cree que va a subir y vos estás vendiendo algo que creés que va a bajar. Siempre cuando hablamos de trading de crypto estamos hablando de eso: son figuritas que cambiamos entre nosotros, no hay una banca, no es “contra la banca”. La banca en el caso de crypto lo que hace es que te va comiendo una comisión en cada operación y ese es negocio de los exchange[10].
Bueno, los whitelists de las cosas exitosas se agotan instantáneo: hay más gente que quiere comprar los NFTs de los monos del Bored Ape Yacht Club[11] que la cantidad de NFTs que hay de esos monos. Eso hace que la gente se mate por entrar al whitelist (que es, como digo, una preventa) porque te asegurás una ganancia casi instantánea: hay mucha gente que entra en el whitelist, ves qué te salió, como quien abre un paquete de cromos (o de figuritas) y al toque salís y vendés. Multiplicás por 2, por 3, por 5. Muchas veces pasa que se especula que tal colección va a ser un éxito total, vos te metés en el whitelist, precomprás y después termina el plazo del whitelist y no se vendieron todos. Entonces ya no solo no lo vas a vender más caro, sino que vas a tener que aguantarlo un tiempo largo porque lo más probable es que desde el día 1 el precio se vaya abajo de lo que salió en el whitelist. ¿Hasta ahí estamos? Espero que hayas dicho que sí o que hayas movido la cabeza de arriba para abajo.
Bueno, ¿cuál es la noticia por la que prendí hace 10 minutos este grabador y todavía no conté? Esta semana veo un tweet[12] de un chabón[13] que se hace llamar “Sherlock Holmes de Terra[14]”. Terra es uno de los ecosistemas. Particularmente es un ecosistema en el que yo me moví bastante el año pasado, ahora estoy un poco afuera de ese ecosistema. Es un ecosistema de crypto, interesante, nacido en surcorea y que tiene una pata fuerte en NFT. Como les digo: cada ecosistema tiene también su versión NFT. Por ejemplo: los Geexolotls[15], que es una colección muy linda, que tengo un amigo que es parte del equipo artístico de eso, son de Solana. Esos están ahora saliendo a la venta, por ejemplo. ¿Si yo creo que quien lo compre va a ganar dinero? No lo sé. Lo que sí creo es que, en el caso de los Geexolotls, a diferencia de un montón de otras colecciones, realmente el trabajo artístico es hermoso. ¿De qué te sirve tener un original de eso? Bueno, eso ya lo sabrás vos. Pero hay muchos otros que no, que simplemente es un randomizador, y son unos dibujos de mierda, y solo lo comprás con la idea de venderlo al triple.
Bueno, hay plataformas que son lugares donde armar estas preventas[16], y lugares donde armar estos whitelists. ¿Qué significa? Yo quiero hacer mi proyecto de los jugadores de truco pícaros: yo no voy a montar una web propia para vender eso, porque tendría que montar el carrito, tendría que montar la instancia de lo que se llama el mint[17] (que es ponerle el sello de autenticidad, por así decirlo), que es cómo escalar la pasarela de pagos y es todo un quilombo que nadie quiere hacer, no conviene. Entonces hay webs, ponele como si fuera eBay, como si fuera MercadoLibre, como si fuera Amazon, ponele, es un ejemplo muy burdo el que estoy dando, que es un marketplace de NFT: o sea, vos como creador de NFTs decís “miren, yo quiero poner acá la preventa de mi proyecto”, los tipos te cobran una comisión y ellos se encargan de procesar todo eso. ¿Qué sucede? Cada proyecto pone una fecha límite. Dicen “bueno, el 25 de mayo vamos a salir con los jugadores de truco picantes”. El 23 de mayo los desarrolladores le mandan la lista a este sitio y dicen “mirá, toda esta gente por un consurso de Discord, por una cosa de Twitter, porque son inversores de un proyecto anterior, porque lo que sea, entraron al whitelist, así que a todos estos vos prevendéselo hoy a esta guita”. Perfecto. ¿Qué sucedió? Insisto, proyectos exitosos hay más gente que quiere comprar que la cantidad que salen en el whitelist, la cantidad de lugares que hay en el whitelist. Pensalo como si fueran entradas a un concierto. Y por supuesto toda la expectativa de la reventa. Bueno, lo que descubrió este chabón es que empezó a mirar, y en los últimos lanzamientos (estamos hablando de minteos) de los proyectos más exitosos, en todos los casos siempre había 4 o 5 o 6 billeteras que se repetían en los whitelists desde enero hasta ahora. O sea: proyecto nuevo que salía, siempre había 4 o 5 que estaban adentro, 4 o 5 que estaban adentro, 4 o 5 que estaban adentro. Qué raro, ¿no? Es raro porque cada uno se hace de una manera distinta o cada prelanzamiento se hace en una comunidad distinta, en un lugar distinto en unas condiciones distintas y son temáticas distintas. Con lo cual es muy probable que no haya mucha gente a la que le interese todos y absolutamente cada uno de los lanzamientos de ese ecosistema. El lugar este se llama Luart[18]. Empiezan a averiguar, empiezan a ver qué tienen esas billeteras y llegan a la conclusión de que esas billeteras tienen arriba de 3 millones de dólares. Y llegan a la conclusión de que se mueven de manera sincronizada, lo cual todo hace pensar que son de una misma persona, o de un mismo grupo de personas. Siguen averiguando eso y después de que sale esa noticia, uno de un proyecto dice “pará, acabo de chequear la lista que yo le mandé a estos de Luart (o sea, a este marketplace) de quiénes entraban en mi preventa y estos últimos no los puse yo”. Y otro proyecto dice “a mí me pasó igual: yo mandé esta lista pero acá entraron 5 que nadie sabe de dónde salieron”. Bueno, esos 5 son los que se repiten, se repiten, se repiten. Eso se empieza a hacer un efecto cascada, como digo, son las billeteras de 3 millones. Todo el mundo diciendo “¿qué pasó acá?”, “¿qué pasó acá?”, “¿qué pasó acá?”. Claro como, insisto, todo eso si bien no sabés quién es, ves que alguien es, hizo que salieran algunos de los capos, uno puntualmente, un chabón que se llama Aston[19] y dijo[20] “bueno, señores yo me equivoqué, yo hice esto, no lo tendría que haber hecho, rompí la confianza de mis compañeros de Luart, rompí la confianza de los proyectos, en algunos casos ellos sabían pero en otros no. Luart no sabe nada y esto lo hice yo y pido disculpas” y qué se yo. La gente enloquecida, ¿por qué? Porque todo el chiste del NFT es la bendita escasez y todo el chiste del NFT es que todo queda registrado y que todo sea transparente. Si un chabón se pudo colar, imaginate vos como en una fila, entró y se coló sistemáticamente en todas las filas de todas las ventas que hubo de enero hasta ahora, de ese ecosistema. La gente empezó “esto no puede ser”, “es difícil que este flaco la haya hecho solo”, 3 millones dando vueltas (sin contar los NFTs, solo lo que hay en monedas de lo que ya vendieron), o sea además tienen NFTs. Bueno, se volvió loco todo el mundo. Claro, instantáneo ¿qué es lo que uno piensa? Que andá a cantarle a Gardel. ¿Por qué? Porque esto no está regulado. Todo el chiste del crypto es que no está regulado. Ahora, no está regulado para lo bueno y no está regulado para lo malo. De hecho, hay muchos casos de gente que fue y judicializó defraudación en crypto y que en muchos casos no caminan porque son cosas que no están reguladas. O sea, vos en el banco, el banco para poder prestarte plata se compromete a tener cierto encaje, a tener ciertos márgenes, no puede prestar más de tanto, no puede prestar más de lo que tiene o más de lo que va a cobrar y tiene una compañía aseguradora… bueno todo eso está regulado. Por eso el banco te da en Estados Unidos 4% y crypto podés hacer 4% por día (en vez de por año). También podés perder 4% por día, o 10% por día, o 50% por día. Claro, esto está no regulado. Entonces, podés ir a litigar a la justicia, sí podés, tenés que explicarle a los jueces qué es el blockchain, qué es el NFT, qué es el whitelist y por qué… y si es una estafa y si no es una estafa, y dónde había un reglamento que decía que eso no se podía hacer. Todo el mundo enloquecido, a este flaco lo echan de la compañía. Los cínicos, los desconfiados dirán “este flaco se comió un balazo él para salvar a los demás: andá a saber cómo habrán arreglado”. Esa era la comidilla, un poco. Entre medio Luart, este marketplace, tiene su propia moneda (o sea, todos estos proyectos, cada uno además tiene su moneda), el marketplace tiene su moneda. Cayó como mierda al río[21], como te imaginarás. Porque toda la gracia es la seguridad de eso, la transparencia de eso, la “no fungibilidad”, ese es todo el chiste, la no fungibilidad, la seguridad, que no sea algo que cualquiera pueda discrecionalmente ir y toquetear. Bueno, es lo que hicieron.
En estas últimas horas salió otro chabón, que se llama Alex Suvorov[22], con un tweet que dice (al mediodía de hoy)[23]: “confirmo que usé múltiples billeteras de blockchain, interactué con los smart contracts del launchpad (de este marketplace de lanzamientos) y lo hice de manera directa sin la aplicación del launchpad”. ¿Qué significa esto? En términos vulgares y mundanos: en vez de hacer la fila se metió por una puerta de atrás. Él tenía la llave porque trabajaba ahí. “Y así fue que minteé 156 NFTs: 54 GraviCats, 21 Lunita, 25 Skeleton Punks, 30 Silent Solohs, 9 Rekt Wolf y 17 Luna Shield. Entiendo que traicioné la credibilidad de las comunidades de Luart, de Luna…”. Ah, esto es terrible lo que hizo. “Pido disculpas…”, no se qué, “voy a hablar con ellos a ver cómo lo devuelvo y me han despedido y le paso mi responsabilidad de nuevo al nuevo CTO”. Abrieron la caja de Pandora. Yo te lo digo: entiendo que esto es una cosa que le va a interesar a poca gente, pero en algún punto y salvando las enormes distancias, son los Panamá Papers[24]. O sea: se confirmó algo que mucha gente sospechaba y que toda la gracia de este mundo era que eso no pudiera pasar. Bueno, pues en un ecosistema pasó. En un ecosistema muy lindo, que es el de Terra, que a mí me gusta mucho, que yo confío en ese ecosistema, pero claro, obviamente esto de Luart, olvidate, esto es un launchpad, un marketplace que va al muere. O sea, es irremontable: ya tenés dos tipos de los directivos, que los dos dijeron “metimos la mano en la lata”. También después me impresionó otra cosa: a partir de esto empezaron unas guerras y unas peleas infinitas y salió uno a contar “mirá, cuando nosotros hicimos esta colección de NFTs había un chabón que era parte de la comunidad y que era muy entusiasta y escribía siempre y un día le dije ‘che, ¿no querés sumarte?’. ‘Sí’, me dice, ‘me voy a sumar. Me puedo sumar como moderador, no quiero nada, yo lo hago por amor al proyecto'”. Corte a 3 meses después, el chabón diciendo “yo creo que me tienen que dar como mínimo 50.000 dólares, por lo que yo hice”. No, que sí, que no, que sí, que no, que sí, que no. Le ofrecen 30.000, agarra los 30.000, a las dos semanas pide otros 50, le dicen que no y el pibe empieza a decir que la comunidad la armó él, que toda la comunidad es de él y que no le va a quedar otra que comentarlo en la comunidad. Le dicen que no, que cómo puede ser… corte a, el flaco se queda con todo. Los propios desarrolladores mueven la guita porque dicen “acá se va a armar”, mueven la guita entre gallos y medianoche a otra billetera y el chabón se vuelve loco, los bloquea, los saca a la mierda del proyecto y hoy el proyecto es de él, esa otra guita quedó en un limbo y nadie sabe qué va a hacer. 300.000 dólares hay dando vueltas ahí. Pibes de 22 años, 23 años, 18 años. Es muy loco lo que está pasando en ese mundo. Es un mundo que yo… me interesa mirar, no tengo ningún NFT al día de hoy, me interesa mucho, realmente es un tema que me interesa mucho, y que voy a seguir, voy a seguir.
Bueno, les quería contar esto, perdón que se hizo un poco largo y les quiero agradecer por la paciencia y por la comprensión de saber que, hablemos de fútbol o hablemos de crypto, al final No es Nada.

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Comentarios

Walter Alini dice:
5 mayo, 2022 a las 17:12
357. No Falta Tanto
Es complicado como tema para plantear de cero, en frío. Pero a la vez me resulta tan interesante que no puedo pasarlo por alto. En cuanto leí de esto dije “yo tengo que hablar de esto en ‘No Es Nada'”. No puedo no hacerlo. Pero, claro, cuál es el punto: que necesito que me presten mucha atención porque es un tema bastante abstracto (no digo difícil, pero bastante abstracto), pero que a la vez tiene unos ribetes muy interesantes. Que no te aparte ni te asuste la temática. Confiá en mí. Confiá en mí, porque de lo que vamos a hablar es de una historia humana. Tiene un ángulo tecnológico, que es el que menos me interesa de todos. Y la noticia es la siguiente.
Cuando hablamos de blockchain[1], cuando hablamos de crypto, no podemos usar una palabra sin la otra. ¿Qué es el blockchain? Es una pregunta que hay libros enteros que intentan explicarlo, pero yo te lo voy a explicar mal, de modo sencillo: es un libro de escribanía que tiene la particularidad de auto-replicarse en muchos lados a la vez. Esto es un libro que cuando vos escribís y ponés “Banfield: +11″[2] en el mismo momento en el que vos estás poniendo el “+11” en todos los libros del mundo se está escribiendo ese “+11”. Esos libros son servidores, son computadoras y esa escritura solo se lleva a cabo cuando unas computadoras verifican que otras también lo escribieron. ¿Qué significa eso? Que al ser descentralizado y al ser una cosa colectiva hay una seguridad en cuanto a la supuesta inviolabilidad, o la supuesta imposibilidad de que eso sea cambiado. Cualquiera que haya alguna vez usado un escribano humano, sabrá que el escribano está para dar fe de que ciertas cosas pasaron o dejaron de pasar y, por algún motivo que desconozco, el Estado dice “lo que diga el escribano es cierto”. Y si en efecto pasa que el escribano certifica una cosa y después es falsa, el escribano va preso, o sea entre medio tiene eso. ¿Qué quiero decir con esto? Absolutamente nada.
Entonces, habiendo explicado muy mal qué es el blockchain, entendamos que cada operación que se hace de crypto en el mundo, queda anotada en el blockchain. Hay distintas redes, hay distintas maneras de hacerlo, pero básicamente el chiste es ese. Esas direcciones en el blockchain son anónimas: no dice “Guillermo Catalano”, dice “tax12blablablanosequé” y esa es mi billetera que todos pueden ver de manera transparente, cuánto hay, cuánto no hay, solo la puedo operar yo, porque tengo yo unas claves (imaginate como si tu mail en vez de tener una palabra de clave tuviera 10 palabras de clave o 12 palabras de clave o 16 palabras de clave de acuerdo al seed phrase[3] de cada una), pero todos pueden ver que esa billetera que no se sabe de quién es, hoy tenía 10, mañana tiene 12, pasado tiene 5, el jueves tiene 1000. Ese dato es público. Ese libro del que estaba hablando antes, que se replica de manera automágica, es público, abierto. Por eso es que hay mucha gente que analiza el mercado de trading en base a ver los movimientos, porque los movimientos son públicos. Ya no importa quién, pero si vos ves que alguien vendió 10.000 bitcoins, 100.000 bitcoins o 1.000.000 de bitcoins, podés imaginarte el efecto que va a tener eso en el mercado. Porque no importa quién haya sido, lo que importa es bueno, esa sobreabundancia o esa escasez. Hasta ahí estamos más o menos parejos en el contexto… necesito que eso quede claro para que se entienda lo que voy a contar ahora.
De un tiempo a esta parte, hemos hablado ya aquí más de una vez, se puso de moda el crypto-arte a través del NFT[4]. ¿Qué es el NFT? Bueno, es un título de propiedad de un objeto digital. Yo tomo un objeto digital, llámese un dibujo, una foto, un audio. Eso tiene un sello único. Mediante software yo digo “esto en 0s y 1s es así” y yo voy y lo registro como si registrara una marca y saco un título de propiedad que es este NFT: un token no fungible. ¿Yo puedo copiar esa foto, ese dibujo? Sí, lo puedo copiar infinitas veces. Por eso el NFT no es el dibujo, el NFT es el título de la propiedad de ese dibujo. ¿Qué fin tiene el NFT? Pura y exclusivamente un fin mercantil: decir que yo soy dueño de eso. Después lo podré comprar, lo podré vender. Entre medio de eso hay cosas que tienen el sello de único: alguien compró el NFT del primer tweet[5] que hizo Jack[6], el fundador de Twitter. Lo compró en una tonelada de guita[7], lo quiso vender en millones y lo máximo que le ofrecieron fueron creo que 4.000 o 5.000 dólares[8].
Bueno, aclarado todo este marco teórico, hay distintos ecosistemas, algo así como si fuera imaginate como si fueran las distintas bandas de radio. Todo es radio, pero la AM es la AM y la FM es FM: una radio en FM no puede transmitir en AM y una radio en AM no puede transmitir en FM. Ponele que dentro del mundo crypto todo es crypto, pero hay distintas redes, entonces vos podés mover tus cosas en determinada red. Después existen unos puentes de una red a la otra, pero básicamente las distintas redes compiten entre sí, porque en definitiva se trata de juntar dinero en una misma red. Cuanto más poderosa sea esa misma red, más respaldo tiene la cryptomoneda de esa misma red, más liquidez hay, más vale.
Todo esto aclarado, cuando salen los NFTs, lo que pasó y lo que se estila en el mercado es que yo salgo y digo “miren señores: voy a hacer la colección de los NFTs de los jugadores de truco pícaros”. Entonces cuento: voy a hacer todos unos dibujos de unos jugadores de truco que tienen distintos atributos. Hay uno que tendrá un parche en el ojo, hay otro que tendrá en la mano una carta, en algunos casos esa carta será un 4 de copas, en otros casos esa carta será el as de espadas o el as de bastos y, por supuesto, cuanto más raros sean, más caros son. Básicamente es como las figuritas (o los cromos, para quienes están en España). Funciona un poco así: yo anuncio ese lanzamiento, abro una lista (que se llama la whitelist[9]) donde digo “quienes precompren mis NFTs los van a pagar 0.005 de bitcoin (en realidad se hace con otras monedas pero vamos a explicarlo para que se entienda más fácil con bitcoin); miren que después, una vez que esto salga a la venta, lo van a poder vender por 1 bitcoin cada uno”. Así es más / menos cómo funciona el mercado NFT, el mundo NFT. Se trata de crear expectativa, se trata de crear escasez, se trata de crear básicamente la idea de que “precomprá, porque esto #1 se va a agotar, #2 lo vas a poder vender por mucho más de lo que lo compraste”. Siempre cuando hablamos de crypto tenemos que acordarnos que vos no le vendés a la banca, vos le vendés a otro como vos que cree está haciendo un negocio redondo comprándote algo que cree que va a subir y vos estás vendiendo algo que creés que va a bajar. Siempre cuando hablamos de trading de crypto estamos hablando de eso: son figuritas que cambiamos entre nosotros, no hay una banca, no es “contra la banca”. La banca en el caso de crypto lo que hace es que te va comiendo una comisión en cada operación y ese es negocio de los exchange[10].
Bueno, los whitelists de las cosas exitosas se agotan instantáneo: hay más gente que quiere comprar los NFTs de los monos del Bored Ape Yacht Club[11] que la cantidad de NFTs que hay de esos monos. Eso hace que la gente se mate por entrar al whitelist (que es, como digo, una preventa) porque te asegurás una ganancia casi instantánea: hay mucha gente que entra en el whitelist, ves qué te salió, como quien abre un paquete de cromos (o de figuritas) y al toque salís y vendés. Multiplicás por 2, por 3, por 5. Muchas veces pasa que se especula que tal colección va a ser un éxito total, vos te metés en el whitelist, precomprás y después termina el plazo del whitelist y no se vendieron todos. Entonces ya no solo no lo vas a vender más caro, sino que vas a tener que aguantarlo un tiempo largo porque lo más probable es que desde el día 1 el precio se vaya abajo de lo que salió en el whitelist. ¿Hasta ahí estamos? Espero que hayas dicho que sí o que hayas movido la cabeza de arriba para abajo.
Bueno, ¿cuál es la noticia por la que prendí hace 10 minutos este grabador y todavía no conté? Esta semana veo un tweet[12] de un chabón[13] que se hace llamar “Sherlock Holmes de Terra[14]”. Terra es uno de los ecosistemas. Particularmente es un ecosistema en el que yo me moví bastante el año pasado, ahora estoy un poco afuera de ese ecosistema. Es un ecosistema de crypto, interesante, nacido en surcorea y que tiene una pata fuerte en NFT. Como les digo: cada ecosistema tiene también su versión NFT. Por ejemplo: los Geexolotls[15], que es una colección muy linda, que tengo un amigo que es parte del equipo artístico de eso, son de Solana. Esos están ahora saliendo a la venta, por ejemplo. ¿Si yo creo que quien lo compre va a ganar dinero? No lo sé. Lo que sí creo es que, en el caso de los Geexolotls, a diferencia de un montón de otras colecciones, realmente el trabajo artístico es hermoso. ¿De qué te sirve tener un original de eso? Bueno, eso ya lo sabrás vos. Pero hay muchos otros que no, que simplemente es un randomizador, y son unos dibujos de mierda, y solo lo comprás con la idea de venderlo al triple.
Bueno, hay plataformas que son lugares donde armar estas preventas[16], y lugares donde armar estos whitelists. ¿Qué significa? Yo quiero hacer mi proyecto de los jugadores de truco pícaros: yo no voy a montar una web propia para vender eso, porque tendría que montar el carrito, tendría que montar la instancia de lo que se llama el mint[17] (que es ponerle el sello de autenticidad, por así decirlo), que es cómo escalar la pasarela de pagos y es todo un quilombo que nadie quiere hacer, no conviene. Entonces hay webs, ponele como si fuera eBay, como si fuera MercadoLibre, como si fuera Amazon, ponele, es un ejemplo muy burdo el que estoy dando, que es un marketplace de NFT: o sea, vos como creador de NFTs decís “miren, yo quiero poner acá la preventa de mi proyecto”, los tipos te cobran una comisión y ellos se encargan de procesar todo eso. ¿Qué sucede? Cada proyecto pone una fecha límite. Dicen “bueno, el 25 de mayo vamos a salir con los jugadores de truco picantes”. El 23 de mayo los desarrolladores le mandan la lista a este sitio y dicen “mirá, toda esta gente por un consurso de Discord, por una cosa de Twitter, porque son inversores de un proyecto anterior, porque lo que sea, entraron al whitelist, así que a todos estos vos prevendéselo hoy a esta guita”. Perfecto. ¿Qué sucedió? Insisto, proyectos exitosos hay más gente que quiere comprar que la cantidad que salen en el whitelist, la cantidad de lugares que hay en el whitelist. Pensalo como si fueran entradas a un concierto. Y por supuesto toda la expectativa de la reventa. Bueno, lo que descubrió este chabón es que empezó a mirar, y en los últimos lanzamientos (estamos hablando de minteos) de los proyectos más exitosos, en todos los casos siempre había 4 o 5 o 6 billeteras que se repetían en los whitelists desde enero hasta ahora. O sea: proyecto nuevo que salía, siempre había 4 o 5 que estaban adentro, 4 o 5 que estaban adentro, 4 o 5 que estaban adentro. Qué raro, ¿no? Es raro porque cada uno se hace de una manera distinta o cada prelanzamiento se hace en una comunidad distinta, en un lugar distinto en unas condiciones distintas y son temáticas distintas. Con lo cual es muy probable que no haya mucha gente a la que le interese todos y absolutamente cada uno de los lanzamientos de ese ecosistema. El lugar este se llama Luart[18]. Empiezan a averiguar, empiezan a ver qué tienen esas billeteras y llegan a la conclusión de que esas billeteras tienen arriba de 3 millones de dólares. Y llegan a la conclusión de que se mueven de manera sincronizada, lo cual todo hace pensar que son de una misma persona, o de un mismo grupo de personas. Siguen averiguando eso y después de que sale esa noticia, uno de un proyecto dice “pará, acabo de chequear la lista que yo le mandé a estos de Luart (o sea, a este marketplace) de quiénes entraban en mi preventa y estos últimos no los puse yo”. Y otro proyecto dice “a mí me pasó igual: yo mandé esta lista pero acá entraron 5 que nadie sabe de dónde salieron”. Bueno, esos 5 son los que se repiten, se repiten, se repiten. Eso se empieza a hacer un efecto cascada, como digo, son las billeteras de 3 millones. Todo el mundo diciendo “¿qué pasó acá?”, “¿qué pasó acá?”, “¿qué pasó acá?”. Claro como, insisto, todo eso si bien no sabés quién es, ves que alguien es, hizo que salieran algunos de los capos, uno puntualmente, un chabón que se llama Aston[19] y dijo[20] “bueno, señores yo me equivoqué, yo hice esto, no lo tendría que haber hecho, rompí la confianza de mis compañeros de Luart, rompí la confianza de los proyectos, en algunos casos ellos sabían pero en otros no. Luart no sabe nada y esto lo hice yo y pido disculpas” y qué se yo. La gente enloquecida, ¿por qué? Porque todo el chiste del NFT es la bendita escasez y todo el chiste del NFT es que todo queda registrado y que todo sea transparente. Si un chabón se pudo colar, imaginate vos como en una fila, entró y se coló sistemáticamente en todas las filas de todas las ventas que hubo de enero hasta ahora, de ese ecosistema. La gente empezó “esto no puede ser”, “es difícil que este flaco la haya hecho solo”, 3 millones dando vueltas (sin contar los NFTs, solo lo que hay en monedas de lo que ya vendieron), o sea además tienen NFTs. Bueno, se volvió loco todo el mundo. Claro, instantáneo ¿qué es lo que uno piensa? Que andá a cantarle a Gardel. ¿Por qué? Porque esto no está regulado. Todo el chiste del crypto es que no está regulado. Ahora, no está regulado para lo bueno y no está regulado para lo malo. De hecho, hay muchos casos de gente que fue y judicializó defraudación en crypto y que en muchos casos no caminan porque son cosas que no están reguladas. O sea, vos en el banco, el banco para poder prestarte plata se compromete a tener cierto encaje, a tener ciertos márgenes, no puede prestar más de tanto, no puede prestar más de lo que tiene o más de lo que va a cobrar y tiene una compañía aseguradora… bueno todo eso está regulado. Por eso el banco te da en Estados Unidos 4% y crypto podés hacer 4% por día (en vez de por año). También podés perder 4% por día, o 10% por día, o 50% por día. Claro, esto está no regulado. Entonces, podés ir a litigar a la justicia, sí podés, tenés que explicarle a los jueces qué es el blockchain, qué es el NFT, qué es el whitelist y por qué… y si es una estafa y si no es una estafa, y dónde había un reglamento que decía que eso no se podía hacer. Todo el mundo enloquecido, a este flaco lo echan de la compañía. Los cínicos, los desconfiados dirán “este flaco se comió un balazo él para salvar a los demás: andá a saber cómo habrán arreglado”. Esa era la comidilla, un poco. Entre medio Luart, este marketplace, tiene su propia moneda (o sea, todos estos proyectos, cada uno además tiene su moneda), el marketplace tiene su moneda. Cayó como mierda al río[21], como te imaginarás. Porque toda la gracia es la seguridad de eso, la transparencia de eso, la “no fungibilidad”, ese es todo el chiste, la no fungibilidad, la seguridad, que no sea algo que cualquiera pueda discrecionalmente ir y toquetear. Bueno, es lo que hicieron.
En estas últimas horas salió otro chabón, que se llama Alex Suvorov[22], con un tweet que dice (al mediodía de hoy)[23]: “confirmo que usé múltiples billeteras de blockchain, interactué con los smart contracts del launchpad (de este marketplace de lanzamientos) y lo hice de manera directa sin la aplicación del launchpad”. ¿Qué significa esto? En términos vulgares y mundanos: en vez de hacer la fila se metió por una puerta de atrás. Él tenía la llave porque trabajaba ahí. “Y así fue que minteé 156 NFTs: 54 GraviCats, 21 Lunita, 25 Skeleton Punks, 30 Silent Solohs, 9 Rekt Wolf y 17 Luna Shield. Entiendo que traicioné la credibilidad de las comunidades de Luart, de Luna…”. Ah, esto es terrible lo que hizo. “Pido disculpas…”, no se qué, “voy a hablar con ellos a ver cómo lo devuelvo y me han despedido y le paso mi responsabilidad de nuevo al nuevo CTO”. Abrieron la caja de Pandora. Yo te lo digo: entiendo que esto es una cosa que le va a interesar a poca gente, pero en algún punto y salvando las enormes distancias, son los Panamá Papers[24]. O sea: se confirmó algo que mucha gente sospechaba y que toda la gracia de este mundo era que eso no pudiera pasar. Bueno, pues en un ecosistema pasó. En un ecosistema muy lindo, que es el de Terra, que a mí me gusta mucho, que yo confío en ese ecosistema, pero claro, obviamente esto de Luart, olvidate, esto es un launchpad, un marketplace que va al muere. O sea, es irremontable: ya tenés dos tipos de los directivos, que los dos dijeron “metimos la mano en la lata”. También después me impresionó otra cosa: a partir de esto empezaron unas guerras y unas peleas infinitas y salió uno a contar “mirá, cuando nosotros hicimos esta colección de NFTs había un chabón que era parte de la comunidad y que era muy entusiasta y escribía siempre y un día le dije ‘che, ¿no querés sumarte?’. ‘Sí’, me dice, ‘me voy a sumar. Me puedo sumar como moderador, no quiero nada, yo lo hago por amor al proyecto'”. Corte a 3 meses después, el chabón diciendo “yo creo que me tienen que dar como mínimo 50.000 dólares, por lo que yo hice”. No, que sí, que no, que sí, que no, que sí, que no. Le ofrecen 30.000, agarra los 30.000, a las dos semanas pide otros 50, le dicen que no y el pibe empieza a decir que la comunidad la armó él, que toda la comunidad es de él y que no le va a quedar otra que comentarlo en la comunidad. Le dicen que no, que cómo puede ser… corte a, el flaco se queda con todo. Los propios desarrolladores mueven la guita porque dicen “acá se va a armar”, mueven la guita entre gallos y medianoche a otra billetera y el chabón se vuelve loco, los bloquea, los saca a la mierda del proyecto y hoy el proyecto es de él, esa otra guita quedó en un limbo y nadie sabe qué va a hacer. 300.000 dólares hay dando vueltas ahí. Pibes de 22 años, 23 años, 18 años. Es muy loco lo que está pasando en ese mundo. Es un mundo que yo… me interesa mirar, no tengo ningún NFT al día de hoy, me interesa mucho, realmente es un tema que me interesa mucho, y que voy a seguir, voy a seguir.
Bueno, les quería contar esto, perdón que se hizo un poco largo y les quiero agradecer por la paciencia y por la comprensión de saber que, hablemos de fútbol o hablemos de crypto, al final No es Nada.
[1] https://www.xataka.com/especiales/que-es-blockchain-la-explicacion-definitiva-para-la-tecnologia-mas-de-moda
[2] https://www.promiedos.com.ar/historial.php?equipo1=5&equipo2=13
[3] https://academy.bit2me.com/que-es-frase-semilla-seed-phrase/
[4] https://www.xataka.com/basics/que-nft-como-funcionan
[5] https://twitter.com/jack/status/20
[6] https://twitter.com/jack
[7] https://elpais.com/tecnologia/2021-03-23/el-primer-tuit-de-la-historia-vendido-por-29-millones-de-dolares.html
[8] https://hipertextual.com/2022/04/fracasa-subasta-nft-primer-tweet-de-la-historia
[9] https://www.finanzas24.com/whitelist-nft/
[10] https://academy.bit2me.com/que-es-exchange-criptomonedas/
[11] https://boredapeyachtclub.com/
[12] https://twitter.com/Deploydon/status/1520201540333715456
[13] https://twitter.com/Deploydon
[14] https://academy.bit2me.com/que-es-terra-luna/
[15] https://linktr.ee/geexolotls
[16] https://cripto247.com/comunidad-cripto/como-crear-y-vender-tus-propios-nfts-205264/
[17] https://www.oirealtor.com/noticias-inmobiliarias/que-es-mintear-un-nft
[18] https://luart.io/
[19] https://twitter.com/aston_tan
[20] https://twitter.com/Aston_Tan/status/1520919857247752192
[21] https://www.coingecko.com/es/monedas/luart
[22] https://twitter.com/hatskier_me
[23] https://twitter.com/hatskier_me/status/1521805789756903424
[24] https://es.wikipedia.org/wiki/Panama_Papers
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