Con las piernas duras de la pretemporada cuestiono el valor de lo dicho.
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Son las 8 de la noche en una avenida.
— Es como la frase tuya -me dijo-. Yo la uso siempre.
— ¿Qué frase mía?
— Dale…
— No, en serio, no sé de qué me estás hablando
— Vos dijiste hace mil años una frase…
Y me dice la frase. Y es cierto que es una frase que aplicaba muy bien a la conversación. Y aplicaba muy bien al momento que yo estaba transitando. Pero no es una frase que yo diría hoy ni loco. Estoy hablando de hace más de 20 años. Alguien recordó una frase dicha al pasar, durante más de 20 años. Y me quedé pensando cuántas veces uno se queda con algo que quien lo dice ni lo registró. También me hizo reflexionar en qué lugar estaba yo en esa conversación, en ese entonces, y en qué lugar en esa conversación estoy yo ahora. Es como que di la vuelta al mostrador, pero pasé al lado malo del mostrador. En realidad, creo que nunca estuve del lado bueno, pero en algún momento de mi vida pude haber simulado estarlo (“estarlo” desde estar mal conjugado).
También me pasó una vez que recibí un correo. Rarísimo: “Compré mi casa gracias a vos”. ¡¿Qué?! “Yo me acuerdo cuando una vez que hablaste de Bitcoin en ‘Hiperconectados'[1] y entonces dije ‘esto es lo que va’ y te hice caso y me habían echado del trabajo y los compré y me compré la casa con eso”. Por supuesto que nunca recuerdo haber dicho “compren Bitcoin”, por supuesto que no lo pensaba en ese entonces -de lo contrario hubiera comprado yo-, pero evidentemente habré comentado la iniciativa con tal vehemencia o con tal convencimiento que para este pibe yo le estaba hablando a él diciéndole “compren Bitcoin”. Y ahí me vuelvo loco: hay un chabón que cree que su casa se la debe a un consejo mío y yo no recuerdo haber dado ese consejo. La importancia de las palabras creemos que las da quien las dice y, como acabo de comprobar con dos ejemplos concretos, es exactamente lo contrario. Por eso, siempre recuerdo una frase de Penn Jillette[2] de “Penn & Teller”[3], uno de mis héroes, que contaba que él no se permite el uso de la ironía. Jodido, sobre todo para mí y para el argentino / porteño promedio que ama la ironía. Y él argumentaba y decía que Sarah Silverman[4], por ejemplo, una comediante de la cual, ya conté más de una vez, vivo y viviré enamorado, puede hacer todo un especial hablando de religión como si ella fuera religiosa porque todo el mundo entiende desde el momento cero que no lo es. Lo que dice Penn Jilette es que el costo político -para él- de que alguien interprete literalmente sus palabras (por ejemplo, si él dijera “yo creo en Dios y en la religión y en no-se-qué” cuando él exactamente opina lo contrario y se le va la vida en contar que opina lo contrario) es un precio que él no puede pagar. Él dijo “yo no puedo permitir que una sola persona cuando yo digo algo metafórico que es obvio que voy por la contraria, lo entienda en el sentido literal”. Y me dejó pensando. Ciertamente a efectos de las redes eso pasa mucho. Al principio de Twitter no había que explicar nada: todos los que estábamos ahí sabíamos que todo era en joda y que todo tenía cinco lecturas. A medida que eso se masificó tuvimos que empezar cada vez más a cuidar lo que decías ahí, porque cada vez había más gente que recién había llegado y no tenía ese contexto, que lo tomaba literalmente.
Extrañaba mucho hacer este podcast pero tuve unos días realmente del demonio. Para bien, pero del demonio al fin. Bueno, decir “del demonio” cuando estamos rodando un documental religioso que pasó de “vamos a hacer unas imágenes” a “estamos rodando un documental” no sé si es la mejor metáfora. También me pasa eso: cuando hago el podcast pienso en quién puede llegar a escucharlo y quién puede llegar a molestarse. El disclaimer de que “si me conocés no escuches este podcast” calculo que ya poca gente lo toma con la seriedad que tomó el flaco de los Bitcoins mi recomendación.
La prueba de vida del día de hoy es que Banfield le ganó al Santos[5] y a Patronato[6]: tomá pa’ vos.
Nos encontramos ojalá que pronto cuando les diga No Es Nada.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Hiperconectados
[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Penn_Jillette
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Penn_y_Teller
[4] https://es.wikipedia.org/wiki/Sarah_Silverman
[5] https://www.youtube.com/watch?v=oqxqkbE4oXg
[6] https://www.youtube.com/watch?v=Sw-PMQ6RQ2s