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354. Raíz Cuadrado
Martes, 19:07. Es más de día que la semana pasada porque cambió la hora [1]. Ahora, en el horario de verano, todo el mundo se alegra, excepto aquellos que tenemos nuestros amigos en otro huso horario. Para mí el cambio de hora, la hora de verano, significa una hora menos por día para hablar con mis amigos. Es muy egoísta ese cálculo y, claro, a nadie le importa. Bueno, en realidad, la hora de España no debería ser la hora de España. El huso horario que le corresponde por el mapa es el de Londres. Entonces, de esa manera, habría que tener de diferencia con Argentina 3 horas en invierno y 4 en verano. No 4 y 5. Fue Franco el que cambió la hora: la leyenda dice que para tener la misma hora que Alemania [2]. Hagan ustedes las matemáticas.
La estadística no es más que un recorte caprichoso de la realidad. Si vos sabés hacer estadísticas, siempre podés “dibujar” de modo tal que los números te den la razón. Los que saben de esto son, por ejemplo, los que hacen encuestas políticas. Siempre hay una manera de que la encuesta dé lo que vos necesitás que dé. De eso viven los consultores que le llevan a los políticos las encuestas en las que siempre van ganando. Nunca escuchás alguien que diga “bueno, vimos las encuestas y realmente estamos como la mierda”. No, ¿por qué? Porque de verdad las encuestas que les llevan son “dibujadas”. Pero no “dibujadas” en el sentido de “mentir los números”, aunque a veces sí. Pero se puede “dibujar” sin mentir los números: vos podés entrevistar a la cantidad de personas necesarias para que, cuando los números te den, cortar la encuesta. O sea: todo lo que es estadística al final depende de qué tan buena sea esa muestra [3]. Pero nadie dice que no podés hacer una muestra mala a propósito. Si yo pregunto respecto de la realidad económica a la hora en que la gente va a trabajar, seguramente tenga un resultado diferente que si hago esa misma pregunta un domingo a la tarde.
Un amigo siempre hacía el mismo chiste (él sabe mucho de matemáticas) y decía en una mesa con gente que no lo conociera:
— […] No porque yo, definitivamente, siempre manejo borracho e, idealmente, si es en un auto robado, mejor
Entonces la gente se reía.
— No, no, lo digo en serio: es más seguro
Entonces todos abrían los ojos y decían “¿qué estás diciendo?”.
— Bueno -decía el flaco- si nosotros vemos la cantidad de choques que hay en un día y vemos de esa cantidad de gente que chocó cuántos estaban borrachos, verán que hay un porcentaje mayor de no borrachos que de borrachos. Ahora: si de los que estaban borrachos sacamos aquellos que lo hicieron con autos robados, van a ver que ese porcentaje es todavía menor. Ya ni hablar si, además de eso, ese mismo día se drogaron.
Claro: todo eso es un modo caprichoso de verlo porque la muestra no es representativa. No quiero hablar de matemáticas porque tampoco sé tanto. Pero básicamente el chiste que él te hacía era ese: vos agarrás 1000 choques que hubo en el día, de esos 1000 cuántos hubo de gente borracha, de los que había gente borracha cuántos eran con un auto robado. Bueno, mucho menos que los que no y mucho menos que los que ni bebieron ni robaron.
Todo este recorte, que seguramente matemáticamente lo expliqué mal, pero se entiende era un chiste al fin que hacía mi amigo, te muestra lo caprichosa que es la ponderación de cualquier tipo de encuesta. Esa discrecionalidad de dónde vos cerrás, de qué incluís, qué dejás y cuáles son los criterios, hace que puedas manipularlo.
A todo esto, vi una cuenta que es la que me motivó a prender el botón de REC y como no puedo fallar a la comunidad de No Es Nada, por supuesto, es una reflexión triste. Sino no sería yo: un chabón que se llama Russell Lowery comentó [4] que fue a visitar a su hija el día sábado, y que hizo unas cuentas que pretende que lo ayuden a ser un mejor padre. Él hizo esta cuenta y dijo que desde que nació hasta los 18 años vio a su hija prácticamente todos los días. Yo podría decir que también, más allá de que yo viajo mucho y que mi trabajo es viajar, más / menos, en la cuenta él hace por 360, vamos a suponer que fue un poco menos pero voy a seguir leyendo lo que dice él: 18 años por 360 días al año en que vio a su hija da 6480 días. ¿Qué dice ahora? Ahora que cumplió 18 años, si la veo (esto es teniendo en cuenta que la chica se fue a vivir sola) 15 días en el año, 15 días enteros en el año, por los próximos 20 años, eso solo dará 300 días. La conclusión es que el 95% de todos los días que habremos pasado juntos ya pasaron.
Y a mí me mató. Como padre en lucha con la adolescencia que soy, claro, hay que intentar no luchar contra algo que es inexorable y que te asegura la derrota, porque el paso del tiempo es la única pelea que sabés que perdés. Sí o sí, hagas lo que hagas. No hay manera. Hasta ahora, nadie le pudo ganar al paso del tiempo. Pero pensar que, no sé si el 95%, pero el 70% del tiempo que habré compartido con mi hija ya pasó, es durísimo. Ya sé, van a empezar a relativizar, “no, bueno, ahora son interacciones más complejas, más profundas…”. Eh, todo lo que vos quieras, pero sumale a mi cuenta que hago siempre, de que el día que haga la cuenta total de cuántos besos y abrazos le dí a mi hija en mi vida, también de ese total seguramente el 75% o el 80% ya pasó. Es terrible. “No, bueno, pero yo que tengo hijos grandes te lo explico…”: las pelotas. Porque yo mismo veo cómo me comporto con mis padres. Porque yo mismo veo cómo se comportan mis amigos de mi edad con sus padres. No me quieran convencer, ¿eh? Les aviso de antemano. Es duro pensar, en cualquier orden de la vida, que lo mejor ya pasó. Hay que encontrar la manera de convencerse de que eso no es así. Como yo todavía no lo encuentro, hago este podcast que se llama No Es Nada.
[1] https://www.enterat.com/actualidad/cambio-hora-espana.php
[2] https://www.businessinsider.es/dia-franco-cambio-hora-espana-horario-desfaso-siempre-197336
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Muestra_estad%C3%ADstica
[4] https://twitter.com/RussellLowery10/status/1508214787284430851