Viajamos hasta Villareal (una de las ciudades mas feas que conocí en mi vida) únicamente para entrevistar a Martín Palermo.
Contrario a lo que corresponde, nadie pacto previamente la nota.
Al llegar intentamos hablar con gente de su entorno y nos dijeron que no iba a darnos la nota.
De Buenos Aires dijeron hagan algo o no vuelvan.
Esto es lo que salió.
Durante mucho tiempo estuve enojado con Martín. Con el tiempo y los años entendí que el estaba en todo su derecho de no tener ganas de hablar mas allá de la distancia que hubiéramos viajado. Finalmente era una pulseada entre caprichos, y no tenia porque ganarla la televisión.
Cada vez admiro mas a Palermo, pese que nunca volví a hablar con el mas que hola y chau desde este incidente. Alguna vez me gustaría conocerlo y expresarle mi admiración y disculparme si hace falta. No en vano tras la clasificación Argentina al mundial puse su foto como mi imagen en twitter durante un largo tiempo.